jueves, 18 de febrero de 2010

"Hay vida después de Los Piojos"

Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2010/2/17/estilo-472759.asp

El ex guitarrista de la popular banda plantó bandera en la balada, el reggae y el rock canción con su flamante proyecto. Con su disco debut, “Después de ver”, redescubre el pulso del barrio y el placer de tocar desde el paño.


Intensidades, condensaciones, líneas de fuerza... ese parece ser el tejido humano y musical de La Franela, banda que lidera por estos días el guitarrista Daniel “Piti” Fernández juntando los hilos baladescos, rockeros y barriales de la pandilla rítmica de la zona oeste de Buenos Aires.

De allí, la variedad, transparente en su disco debut “Después de ver”, lanzado desde una formación ecléctica que también está integrada por algunos músicos de Agrupación Skabetche, Mil Hormigas, Lucas Rocca, hermano de Pocho (ex manager de Los Piojos) y por otro compinche: Chuky De Ipola.

Entonces queda claro: la Franela saca lustre a la silueta del Piti cantautor (más baladesco pero igual de conciso que en sus composiciones piojosas) sumando fortalezas como el tema “Llega el tren” (primer corte del disco que alguna vez tocó con Ciro y compañía en el Luna Park) y hasta el desliz de una cumbia “franelera”.

Con la voz del otro lado del tubo, Piti va señalando, muy descriptivo, cuánto hay en todo esto de actitud: “Yo no me creo la del rock, yo lo vivo: vivo grabando, tocando, largando ideas musicales”.

La charla es tan nítida como alegre: será su nuevo debut, pero Piti habla con 20 años de experiencia, que incluye haberla remado desde abajo y haberse subido a la máquina con éxito consciente..”Ya sé -se ríe-, que Ciro (Martínez) y Pocho (Rocca) todavía no quieren escuchar la banda, todavía no se lo permiten.

¿Micky? Él se fue a Córdoba, medio como reclusión. Con el que más contacto tengo es con Tavo, que es un fanático de Franela, él hasta se pone la remera y cae al escenario a tocar con nosotros.

-¿Y cuál es la relación con Popart?

-Hice el camino independiente y la remé, pero ahora no tengo ganas. Vamos a ser distribuidos por el sello Popart pero yo les vendí el disco ya hecho, ellos no tuvieron nada que ver en la grabación, es más, lo grabamos en el estudio de mi casa.

Es que a esta altura no tengo ganas de distribuirlo mano a mano. He conocido muchas bandas que no paran de sonar en la radio y después se quedan en el estudio, con todas las copias guardadas .

El nombre de la banda aparecerá una vez más, cuando cuente que el primero que se prendió al proyecto fue el Fran (Aguilar) y que esos siete amigos se fueron acercando de manera natural, “enamorándose de las canciones”. Mucha alegría, bah. “Tanta, que me animé a dejar Los Piojos”.

-¿Y qué cambia, en la experiencia?

-Que no nos juntamos a trabajar, que nadie concibe los ensayos como ‘un trabajo’.
La idea base es otra, destrabar el nuevo presente: “ser rocker no tiene que ver con el auto que tenés o con entrar a la vip o con la ropa que te ponés . El que hace música hace lo que le sale, lo que puede. Hay gente sincera, auténtica, y hay boludos en todos lados”.

Eso, poniendo en perspectiva el pasado como guitarrista y compositor de Los Piojos, la separación, la liga con el Tucán en la producción reciente y un disco, de propia factura, que hace posta.

“Les va a sorprender por lo variado: yo quería un álbum corto, que no llegara a los 40 minutos: hay reguis, baladas, arranca con un tema muy fuerte que había quedado afuera de “Civilización”, y también tenemos una canción que tocamos con Germán Daffunchio más bien oscurona...”

Cuenta ese yo musical que siempre fue un nosotros. Así Piti desliza las líricas de “Calor y dolor” o “Del otro lado del mar” y las expande con los arreglos y las melodías de Diego Chaves (percusión y coros), Diego Módica (batería), Fran Aguilar (guitarra y coros), José María de Diego (coros), Lucas Rocca (contrabajo), Miguel Chucky De Ipola (teclados) y Pablo Ávila (saxo).

Claro, los compadres musicales entrelazan, asocian o dispersan.

La Franela porta canciones de todos los palos. Son sinceras y la lírica asume un perfil indiscutible de sencillez.

En noviembre, pues, metieron 650 personas en la Trastienda: algo difícil para la realidad rockera boanaerense, donde hay mucha propuesta y muy poca plata. “Eso fue un téster, que la gente nos eligiera”, cierra Piti.

-¿Cómo sigue la ruta?

-Ya tocamos en Cosquín y ahora viene Comodoro Rivadavia: vamos para el cumpleaños de la ciudad y para hacer el clip de “Todos los vientos”. Nada mejor que en la ciudad ventosa. Además, quiero dedicarle una canción a los chicos de Malvinas, que los tenemos siempre en un olvido jodido... Mariana Guzzante-

No hay comentarios:

Publicar un comentario